
Este domingo 29 de octubre los colombianos tomaremos decisiones trascendentales. Vamos a elegir a nuestros gobernantes locales y regionales; de ahí que el procesos que se va a cumplir sea de la mayor importancia a la hora de elegir bien, a la hora de elegir a los mejores, a las mejores propuestas y a quienes sean capaces de trazar y ejecutar el desarrollo de nuestros pueblos durante los próximos cuatro años.
Hoy miles de colombianos sienten que se equivocaron eligiendo a Gustavo Petro y a Francia Márquez. En estos escasos meses hemos visto el resurgimiento de las bandas delincuenciales, el regreso de la extorsión a campesinos y comerciantes por parte de disidencias, los desaciertos en la toma de decisiones, el alza histórica de la gasolina; es decir, todo menos lo que prometieron para llegar al poder. “Vivir sabroso” se ha convertido hasta en una frase de burla por cuenta del desgobierno que está viviendo Colombia.
En este punto nos preguntamos: ¿Vamos a seguir en ese camino? ¿Vamos a equivocarnos eligiendo propuestas avaladas por los partidos del Gobierno actual? ¿Vamos a volver a caer en la trampa? ¿Queremos más de lo mismo? Creo que no. Creo que es hora de levantar la voz de rechazo a esas políticas nefastas y decirles en las urnas que no los queremos.
En nuestro Departamento del Tolima resurgieron las disidencias de las FARC. Volvieron con las mismas prácticas de antaño. Volvieron con los asesinatos selectivos, volvieron con las llamadas extorsivas a familias campesinas y a comerciantes, volvieron a sembrar el miedo y la zozobra en los municipios del Sur del Tolima. ¿Eso es lo que queremos para que se retrase el desarrollo? ¿Eso es lo que vamos a elegir para volver a vivir la tragedia de la desesperanza? Creo que no.
En sus recorridos por el territorio,Adriana Magali Matiz ha dicho, sin titubeos, que combatirá cualquier expresión de violencia que atente contra la tranquilidad de nuestros conciudadanos. Gran acierto, porque la delincuencia no debe tener tregua. Así mismo, Adriana Magali se ha comprometido con la siembra de 10.000 nuevas hectáreas de café que hoy por hoy es la principal cadena productiva del sector agropecuario. Estas son dos apuestas esperanzadoras para nuestras familias campesinas: Seguridad para el campo y apoyo para aumentar la productividad. De igual manera, también afirma en sus discursos que creará la Escuela de Café para que en nuestro campo haya el esperado relevo generacional.
Por supuesto, que desde la Asamblea del Tolima le vamos a insistir a nuestra próxima gobernadora a que construyamos los kilómetros de placa huella necesarios que no haya contratiempos a la hora que los productos lleguen a los centros de comercialización, así como el mantenimiento permanente de las vías terciarias que son aquellas que llegan a las regiones veredales. También le he propuesto que construyamos en Ibagué la Gran Central de Abastos para que esta despensa que es El Tolima tenga donde comercializar productos agropecuarios a gran y pequeña escala.
La seguridad es un valor irrenunciable en este tiempo; por ello, nuestro lema de campaña es la seguridad. Debe ir acompañada de inversión, de oportunidades, de mejores condiciones de vida para nuestras familias y de una gran visión estratégica de desarrollo. Por esas propuestas, estamos jugados y sé que en los años venideros no nos volveremos a equivocar al elegir.