En la mañana de hoy, la Alcaldía de Ibagué, con apoyo de la Policía, realizó el desalojo de un puesto de frutas que operaba en una vía pública de la ciudad. El puesto había sido conectado de manera ilegal a los servicios de luz y agua, lo que motivó una orden de desalojo tras un fallo judicial a favor de la ciudad. Aunque se le habían dado 30 días al vendedor para retirarse, el plazo expiró y las autoridades llevaron a cabo el operativo.
El procedimiento se desarrolló de manera pacífica. Equipos de la Alcaldía utilizaron camiones municipales para transportar las frutas del vendedor sin causar daños a la mercancía. El propietario, que observó el proceso, decidió vender sus productos a bajo precio para minimizar pérdidas.
“Entiendo la situación, pero este era mi sustento. Tuve que rematar la fruta para evitar que se dañara en el traslado”, comentó el comerciante, quien expresó su tristeza ante la situación.
Además de la Alcaldía, participaron en el operativo técnicos de Celsia e IBAL, quienes desconectaron el puesto de las redes de luz y agua. Posteriormente, la estructura fue desmontada sin resistencia y bajo la supervisión de las autoridades.
Sin embargo, algunos vecinos de la zona manifestaron su inconformidad, ya que el puesto de frutas, según ellos, ayudaba a reducir la inseguridad en ese punto de la ciudad. “Este lugar era más seguro con el puesto aquí. El vendedor siempre estaba atento y eso nos daba tranquilidad”, comentó un residente.
El desalojo se realizó sin incidentes, pero deja un vacío para quienes vieron en este pequeño negocio una fuente de seguridad y un punto de encuentro para la comunidad.