En un giro impactante, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) liberó este jueves al padre del destacado futbolista Luis Díaz, quien había sido secuestrado durante 12 días. Luis Manuel Díaz fue entregado a una misión conjunta de la ONU y la Iglesia, marcando un capítulo crucial en esta angustiante situación.
El secuestro, que ha conmocionado a toda la nación, plantea un desafío significativo para las negociaciones de paz entre el Gobierno y la guerrilla. Hace tres meses, ambas partes acordaron un alto el fuego, el cual ha sido claramente violado con este acto. El futbolista, que actualmente juega para el Liverpool en Inglaterra, ha vivido días de extrema ansiedad durante este episodio.
La delegación gubernamental encargada de las negociaciones emitió un comunicado anunciando la liberación y exigiendo la libertad de los demás secuestrados. «Registramos con alegría la liberación de don Luis Manuel Díaz. Esperamos que recobre pronto su tranquilidad», expresaron. Sin embargo, la liberación ha sido más lenta de lo esperado, generando tensiones en un proceso ya complicado.
Las FARC, que en su mayoría se desmovilizaron, contrastan con el ELN, donde células disidentes parecen actuar de manera independiente. Este secuestro ha evidenciado la falta de control sobre todas las facciones del grupo guerrillero, lo que complica aún más el panorama para el proceso de paz.
La opinión pública, inicialmente entusiasta ante la propuesta de desarme del presidente Petro, ha experimentado un cambio en su percepción a medida que el diálogo avanza lentamente. La aceptación que rondaba el 65% ha disminuido al 51%, reflejando la impaciencia de la población. El secuestro de Mane Díaz, padre de un ídolo colombiano, ha causado un profundo malestar en el país, ya que su historia de esfuerzo y éxito contrasta con la violencia de este episodio.
