El pasado puente festivo se tiñó de sangre en el Tolima, donde la violencia cobró la vida de siete personas en hechos que dejaron en shock a las comunidades de El Espinal, Ibagué, Líbano, Ríoblanco y otras localidades. Los homicidios, todos perpetrados con arma de fuego, han encendido las alarmas sobre la creciente inseguridad que enfrenta el departamento.
El primer incidente ocurrió en Ataco el 9 de noviembre, cuando dos hombres fueron atacados a tiros en el barrio Calle Real. Uno de ellos, Miguel Iván Galindo, de 39 años, no resistió las heridas y falleció tras ser trasladado a un hospital. Ese mismo día, en El Guamo, Susana Leyva, de 60 años, fue asesinada durante un atraco a mano armada, dejando a la comunidad conmocionada.
El 10 de noviembre, la violencia no dio tregua. En Purificación, Neider José Córdoba Triana, de 22 años, murió tras recibir múltiples disparos en el barrio Modelo. Mientras tanto, en El Espinal, Jefferson Ricardo Matoma Montaña, alias ‘El Capi’, fue asesinado en la Urbanización Villa Laura. Matoma Montaña, de 32 años, tenía antecedentes por porte ilegal de armas y había sido capturado meses atrás.
Esa misma noche en Ibagué, la tragedia se repitió. Armando Suárez Gómez, de 28 años, fue baleado en el sector de San Lucas, en un ataque que dejó a otro ciudadano herido. Ambos hombres fueron trasladados a un centro asistencial, pero Suárez no sobrevivió.
El 11 de noviembre, en la zona rural de Ríoblanco, Ersain Otavo fue asesinado a tiros en la vereda La Brecha, cerca de la vía hacia Chaparral. En Líbano, horas después, Natalia Tamayo, de 24 años, fue víctima de un ataque armado en el barrio Isidro Parra. Un joven de 26 años que la acompañaba resultó gravemente herido y permanece hospitalizado en Ibagué.
Las autoridades, encabezadas por la Policía del Tolima y la Fiscalía, han desplegado equipos investigativos y reforzado los planes de seguridad en los municipios afectados, buscando frenar la ola de violencia que ha dejado a las comunidades en vilo.