
La historia se repite: el Centro de Atención y Protección Animal (CAPA) de Ibagué sigue operando en condiciones deplorables. Tras una segunda visita de la Personería Municipal, se confirmó que los animales siguen sin la atención necesaria por falta de personal, con aseo insuficiente y sin garantía plena de alimentación y cuidados médicos.
La denuncia es clara: hay cerca de 170 animales en el refugio, pero no hay suficientes operarios para garantizar su bienestar. La Alcaldía no ha contratado el personal necesario, dejando en el abandono a perros y gatos que dependen de este espacio para sobrevivir.
Aunque en esta ocasión se encontró más alimento disponible, esto no compensa las graves deficiencias operativas. Sin personal que mantenga la limpieza, la atención veterinaria y el cuidado adecuado, los animales están condenados a un refugio en crisis.
«Lo normal es que el CAPA funcione con condiciones dignas, no que cada visita revele más fallas», advirtió la Personería, exigiendo soluciones inmediatas y el funcionamiento de la Unidad Móvil para atender emergencias en toda la ciudad.