La política es una actividad que debe ser desarrollada con compromiso y ética, pero en algunos lugares del mundo, este ejercicio se ve amenazado por grupos delictivos que controlan temas sensibles y que, al ser abordados, pueden generar represalias contra quienes los exponen. Un claro ejemplo de ello es lo que ocurre en Ibagué, donde el consumo de sustancias psicoactivas y el microtráfico se han convertido en una problemática que afecta la seguridad de la ciudad y el futuro de los jóvenes.
Es preocupante que los líderes políticos no puedan abordar estos temas de manera abierta y directa, debido a las amenazas y peligros que implican hablar de estos problemas. La corrupción y la violencia han sido históricamente la causa de muchos de los males que aquejan a nuestras sociedades, y en Ibagué, la realidad no es diferente. Sin embargo, el silencio no puede ser la respuesta a este problema, y los ciudadanos debemos alzar nuestras voces y manifestar nuestro descontento.
La ciudad de Ibagué es conocida como la ciudad musical, una ciudad con un gran patrimonio cultural y artístico, pero también es una ciudad que se encuentra en peligro. El consumo de drogas y el microtráfico son un flagelo que destruye la vida de nuestros jóvenes y afecta negativamente la seguridad ciudadana. Es por eso que debemos seguir luchando por una ciudad libre de violencia y delincuencia, donde la cultura y la educación sean los principales motores de desarrollo.
Es importante que los líderes políticos no se dejen intimidar y continúen trabajando por el bienestar de la ciudadanía. Debemos tener convicciones fuertes y demostrar que los buenos somos más, que estamos cansados de este problema y que estamos dispuestos a trabajar juntos para erradicarlo. Los ciudadanos debemos ser los primeros en denunciar cualquier acto delictivo y trabajar en conjunto con las autoridades para combatir este flagelo.
En conclusión, la política debe ser una actividad que se ejerza con responsabilidad y compromiso, sin dejarse intimidar por aquellos que buscan controlar y manipular los temas que surgen a la sociedad. Es hora de alzar nuestras voces y trabajar juntos para construir una ciudad más segura y próspera, donde la cultura y la educación sean la base del desarrollo. Juntos podemos lograrlo, demostrando que los buenos somos más.