Las recientes declaraciones de la ministra de Justicia, María Ángela Buitrago, han generado una ola de indignación y preocupación entre diversos sectores del país, al confirmarse que, bajo ciertas condiciones, los violadores de niños podrían recibir una reducción en sus condenas. Esta medida ha sido señalada por críticos como un atentado contra la justicia y una forma de fomentar la impunidad en uno de los crímenes más atroces que puede sufrir una persona.
En su discurso, la ministra justificó la decisión en base a estadísticas alarmantes del Observatorio de Delitos Sexuales. «El 53% de los casos de violación infantil son perpetrados por familiares directos, el 27% por personas cercanas a la familia, y el resto por desconocidos. Esto nos obliga a estar en alerta desde el primer momento en que ocurren estos hechos», afirmó Buitrago. Además, señaló que la ley vigente no permite beneficios penales a los agresores sexuales, salvo cuando aceptan los cargos, lo que les permite acceder a una rebaja de pena. Sin embargo, la ministra subrayó que incluso con la reducción, la pena mínima es de 14 años.
Según Buitrago, la medida busca evitar que los casos queden en la impunidad por falta de pruebas. Las cifras de la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia muestran que muchos de estos casos no llegan a juicio por la falta de evidencia concluyente, lo que lleva a la absolución de los culpables. «La política clara de la Fiscalía y la Corte es sancionar y no quedarnos en la impunidad. El mejor remedio para sancionar es dar una pequeña rebaja que permita la judicialización efectiva», explicó la ministra.
A pesar de estas aclaraciones, la propuesta ha sido duramente criticada por defensores de derechos humanos y colectivos de protección infantil, quienes consideran que cualquier tipo de beneficio para los agresores sexuales envía un mensaje equivocado a la sociedad.
El debate sobre si esta reducción realmente contribuye a una justicia más efectiva o si, por el para los agresores sexuales, especialmente cuando las víctimas son niños.