
Diana Milena Cardozo, gerente encargada del Hospital de Prado, explicó que el adulto mayor padecía hipertensión, diabetes e hipotiroidismo, factores que impidieron la aplicación de la vacuna. “Lastimosamente, por su condición de salud no se le pudo aplicar este biológico y falleció”, informó.
Desde octubre del año pasado, Prado enfrenta un brote de fiebre amarilla que ha puesto en alerta al sistema de salud local. Aunque el municipio ha logrado una amplia cobertura de vacunación, persiste un grupo de personas que se rehúsan a recibir la dosis, muchas veces por motivos religiosos, temor a efectos secundarios o desinformación.
Cardozo reiteró que la vacuna contra la fiebre amarilla es segura y altamente efectiva. “Tiene una efectividad del 100% si se aplica con al menos 10 días de anticipación. Es la única forma de prevenir esta enfermedad, cuya letalidad supera el 50% en personas no vacunadas”.
Para reforzar la cobertura, se han implementado estrategias como los “barridos”, que consisten en vacunación casa a casa. El municipio está dividido en cuatro sectores: Cordillera (14 veredas), Lago (8 veredas), Plan (9 veredas) y el casco urbano (15 barrios), donde ya se ha realizado cobertura domiciliaria completa.
“Seguimos visitando a las personas que aún no acceden a la vacuna. Hay hogares a los que hemos ido hasta cinco veces. Entendemos el miedo, pero ese miedo no puede costar una vida”, añadió la funcionaria.
Prado dispone actualmente de cuatro puntos fijos de vacunación: el Hospital Municipal, el edificio Gana Gana frente a la estación de transporte, el puesto de salud de Montoso y el punto ubicado en la represa de Río Prado. Las autoridades hacen un llamado a la comunidad local y a los turistas para que acudan vacunados o aprovechen los servicios disponibles en el municipio.
“La fiebre amarilla se puede prevenir. La vacuna está disponible, es gratuita, segura y salva vidas. La invitación es a protegerse y proteger a los demás”, concluyó Cardozo.