El joven talento estudia en el colegio La Palma de Ibagué y con la formación complementaria del programa Foniñez, aprendió a tocar el instrumento que reconoció a su abuelo como uno de los mejores clarinetistas del conservatorio del Tolima en los años 80’.
Santiago Solano Urueña aprendió desde pequeño a tocar la tambora y la guitarra, sin imaginar que en la orquesta filarmónica de comfatolima descubriría que también heredó el talento de su abuelo, conocido como Rocky Urueña, quien fue uno de los mejores clarinetistas del Conservatorio del Tolima en los años 80’.
El joven ingresó en el 2020 al programa de formación complementaria de Foniñez y con el apoyo de los instructores eligió el clarinete como su proyecto de vida, marcando un legado familiar que hoy lo tiene soñando con llegar a grandes escenarios recibiendo el cariño del público.
“Con la filarmónica se me presentó la oportunidad de tocar clarinete y este instrumento para mí y para mi familia es muy bello porque lo tocaba mi abuelo y en honor a él, decidí escoger este instrumento y seguir con su legado. Me sueño con un gran futuro, en una gran plaza, tocando en un gran concierto con mucho público”, expresó Santiago.
Entre violines, violonchelos, contrabajos, clarinete y otros instrumentos, la orquesta filarmónica de Comfatolima, que nació en pandemia, le ha brindado la oportunidad a más de 50 niños del corregimiento de Buenos Aires, en Ibagué, de proyectar su futuro a través de la música.
“Este es un excelente laboratorio para que los muchachos salgan a la vida adulta, porque fortalece todas las cualidades que un ser humano necesita en la sociedad y también de forma individual”, añadió Alejandro Díaz Lamprea, docente de la filarmónica.