
Un escándalo judicial sacude al mundo del entretenimiento nacional: el reconocido cantante Charlie Zaa, cuyo nombre de pila es Carlos Alberto Sánchez Ramírez, enfrenta una grave investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación, que estaría próxima a aplicar la extinción de dominio sobre bienes por más de $25.000 millones, por presuntos vínculos con el Bloque Tolima de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Según una publicación de la revista Semana, la Fiscalía solicitó a un magistrado de Justicia y Paz la imposición de medidas cautelares de embargo, secuestro y suspensión del poder de disposición sobre los inmuebles y activos relacionados con el cantante, en el marco de una investigación por lavado de activos y testaferrato.
La investigación se fundamenta en testimonios coincidentes de varios exparamilitares, entre ellos Indalecio José Sánchez (alias Fredy), antiguo escolta de Carlos Castaño; Ricaurte Soria Ortiz y Atanael Matajudíos, comandantes financieros del Bloque Tolima; y Óscar Oviedo Rodríguez, ex segundo comandante de esa estructura armada. Todos han señalado directamente a Zaa como supuesto testaferro del excomandante alias “Daniel”, identificado como Diego José Goyeneche, quien se desmovilizó en 2005 y murió en 2009 por envenenamiento en la cárcel La Picota de Bogotá.
Uno de los ejes de la investigación es la presunta utilización de discotecas y centros comerciales en Ibagué, Girardot y Melgar para lavar dinero de procedencia ilícita. En concreto, se mencionan las discotecas Kapachos y Solaris en la capital tolimense, así como Oasis, una reconocida discoteca ubicada en el centro comercial más importante de Girardot.
> «Los exparamilitares han denunciado que estos establecimientos fueron adquiridos con recursos de las AUC y que Charlie Zaa sería el testaferro encargado de su administración y justificación legal», señala el informe de la Fiscalía.
Uno de los testimonios más comprometedores es el de Ricaurte Soria Ortiz, quien afirma haber visto personalmente cómo un primo del artista visitaba a alias Daniel en la cárcel cada ocho días para entregarle cuentas de Kapachos. Además, relató encuentros entre el cantante y el excomandante paramilitar en fincas del Guamo, Girardot y Melgar, donde se habrían planeado y coordinado negocios ilegales bajo fachada de actividades comerciales.
Aunque Zaa logró demostrar la legalidad de la compra de algunos lotes donde se construyeron los establecimientos, no pudo justificar los recursos utilizados para las obras de construcción ni los procesos de licenciamiento, lo que mantiene viva la sospecha de que estos bienes fueron financiados con dineros del narcotráfico o extorsiones cometidas por el Bloque Tolima.
La noticia ha generado conmoción entre sus seguidores, ya que Charlie Zaa fue durante años uno de los artistas más representativos del bolero y la música romántica en Latinoamérica. Sin embargo, ahora su carrera artística podría quedar marcada por un proceso judicial que podría llevarlo incluso a perder el patrimonio que construyó en las últimas décadas.
La Fiscalía continúa adelantando los procedimientos legales para materializar la extinción de dominio y confirmar si, efectivamente, parte del imperio financiero del cantante proviene de dineros del paramilitarismo.