
Las víctimas, provenientes de distintas regiones del país, se identificaron como defensoras del diálogo y de una paz justa, con las debidas garantías. Insistieron en que reconocer la verdad y responsabilidad sobre el reclutamiento de niñas y niños es un paso necesario para avanzar en el proceso de justicia restaurativa y reconciliación.
La JEP ha escuchado las observaciones de cuatro Pueblos Étnicos acreditados en este macrocaso y culminará esta etapa a finales de mayo en Vaupés. Ahora, la JEP avanza en la investigación de las responsabilidades regionales de los diferentes bloques de las FARC-EP, después de llamar a reconocer la máxima responsabilidad de seis exintegrantes del secretariado de las FARC-EP por estos crímenes.
Las víctimas también hicieron llamados en lógica restaurativa a todos los comparecientes y al Gobierno Nacional, para consolidar un proceso dialógico más efectivo. La JEP recordó a los comparecientes que las víctimas tienen derecho a que su reconocimiento sea auténtico, sustancial y comprometido, y no una mera formalidad vacía de contenido.




