
La elección de Iván Name como nuevo presidente del Congreso de Colombia es sin lugar a dudas una derrota estruendosa para el Gobierno del presidente Petro. Su candidata Angélica Lozano perdió apenas con cuatro votos esa elección, pese al intenso lobby que en nombre del Gobierno hizo el ministro del Interior Luis Fernando Velasco.
El mundo político sabe que Iván Name es uno de los fundadores del Partido Verde y que representa una postura más de Centro Derecha. De ahí que su elección fuera interpretada como una derrota notoria para el Gobierno Nacional.
Tiene el Congreso de Colombia el represamiento de unos 32 proyectos de ley que esperan por su trámite durante la legislatura que apenas comienza. Dos de ellos generan bastante controversia: La Ley de Sometimiento y Paz y la Ley de Humanización Penitenciaria. Entre estas dos iniciativas hay bastante coincidencia en algunos artículos.
La Ley de Sometimiento se radicó en el Congreso el pasado 15 de marzo y plantea como principal objetivo que los grupos criminales se puedan someter en el marco de la ‘Paz Total’; buscando que sus estructuras delincuenciales se acaben de raíz. Además, los grupos que decidan acogerse a la ley deberán confesar sus delitos, reparar víctimas, pagar penas en prisión y en algunos casos podrán conservar un mínimo porcentaje de bienes que hayan obtenido de manera ilegal. Así mismo, luego de pagar pena en prisión tendrían cuatro años de libertad condicional, tiempo en el que desarrollarán labores de reparación y restauración a las víctimas. Quien incumpla con estas condiciones, perderá los beneficios de rebaja y deberá cumplir la máxima pena que corresponde a los delitos cometidos.
Según el articulado, estos grupos tendrían un plazo de dos años para su desarticulación total y someterse voluntariamente a la ley. En este tiempo también deberán informar sobre su responsabilidad en crímenes y el deseo de reparar a las víctimas de los mismos. En términos generales estos son algunos de los puntos clave de esta ley que comenzará su trámite en firme en el Congreso de la República.
La elección de Iván Name en la Presidencia da tranquilidad a la oposición al Gobierno Petro. Genera un ambiente menos hostil para el ejercicio de la oposición en Colombia y abriga la esperanza de poder incluir aquellas posturas para no repetir los pecados y los desaciertos del pasado. Desacierto, por ejemplo, el proceso de paz del Gobierno Santos con la guerrilla de las FARC. Terminaron estos asesinos en el Congreso de Colombia, burlándose de las miles víctimas, sin pagar penas por delitos de lesa humanidad como el reclutamiento y asesinato de menores, sin pagar ni un sólo día de cárcel por haber practicado abortos ilegales a las mujeres en la selva y por haber azotado a muchas regiones y peor aún: Sin reparar a nadie porque sus fortunas producto de la extorsión y el narcotráfico siguen escondidas.
Esperemos que la Presidencia Name signifique esas garantías para los colombianos porque la impunidad no puede seguir reinando en Colombia al amparo de procesos de sometimiento que terminan volviendo casi que “prohombres” a cientos de delincuentes, asesinos, violadores y narcos.