Una larga carrera política y social precede a la nueva vicepresidenta de Colombia. Nacida en un municipio mayoritariamente negro del Valle del Cauca en el pacífico, Francia Elena Márquez Mina (40) proviene de una familia campesina y numerosa dedicada al cultivo de maíz, frutas y a la pequeña minería artesanal a orllas del río Ovejas.
Pero nada de eso fue un impedimento para forjar su carrera como abogada de la Universidad Santiago de Cali, y posteriormente como política de Polo Democrático y de Pacto Histórico.
La trayectoria de Francia Márquez
Galardonada en 2015 con el Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos y en 2018 con el Premio Internacional Goldman para el Medio Ambiente (conocido también como el Nobel medioambiental) por organizar a las mujeres de su comunidad para detener la minería ilegal a gran escala en su territorio, la también madre soltera fue además incluída en la lista de las 100 mujeres más influyentes del mundo de la BBC en 2019.
Luego de su paso por el Consejo Comunitario del corregimiento La Toma en su municipio natal, el Consejo Nacional de Paz y Convivencia, su postulación a la Cámara de Representantes del Congreso y las amenazas en su contra por su lucha contra la minería ilegal, Márquez decidió postularse a la primera vuelta de las elecciones presidenciales colombianas.
Ello, no sin antes presentarse a las primarias de Pacto Histórico que la dejaron en segundo lugar después de su compañero de coalición, el ex alcalde de Bogotá Gustavo Petro.
Sin embargo, el recientemente ganador de la presidencia la incluyó en su fórmula electoral como vicepresidenta para dar señales de progresismo y una invitación a los votantes de izquierda frustrados por décadas.
Con las promesas de mejorar los derechos de las mujeres y asegurar el acceso a salud y educación para la población más pobre, esa fórmula dio resultado.