
En respuesta a la polémica generada por la supervisión de horarios laborales de los funcionarios públicos adscritos a la Alcaldía de Ibagué, Johanna Ximena Aranda, desde la oficina de Comunicaciones, emitió un comunicado aclarando las intenciones y fundamentos de esta medida.
Según el documento, el objetivo principal es recuperar la confianza en el ejercicio de lo público, destacando que este compromiso debe ser asumido por cada dependencia no solo en Ibagué, sino en todo el país. «Garantizar el respeto al ciudadano es una obligación inherente al servicio público», se señaló, enfatizando que las visitas en horarios hábiles no deben ser vistas como hostigamiento, sino como un ejercicio saludable de supervisión.
La administración recordó que, si bien algunos trabajadores disfrutan de días compensatorios, aquellos que ya han gozado de estos beneficios o que no los solicitaron deben cumplir con sus labores regularmente.
Ante las críticas y calificativos de «show» que surgieron en redes sociales, el comunicado insiste en que la medida busca optimizar la gestión pública y romper con prácticas que desatienden la prioridad del servicio al ciudadano. «El más importante es el ciudadano, ese que espera que le sirvamos a lo público y no que nos sirvamos de lo público», señala el texto.
La Alcaldía hizo un llamado a los funcionarios y a la comunidad a interpretar estas acciones como un esfuerzo por consolidar una administración eficiente y confiable. «Nuestra administración cree en los buenos trabajadores y en la necesidad de cumplirle a una ciudad que ha depositado su confianza en nosotros».
Con esta aclaración, se espera apaciguar la controversia y reforzar el compromiso de los funcionarios públicos con su labor al servicio de la ciudadanía.