
La aerolínea Spirit Airlines presentó oficialmente una nueva solicitud de quiebra bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos, marcando su segunda declaración de bancarrota en menos de un año. Esta medida busca permitir una reorganización más profunda mientras mantiene activas sus operaciones.
La compañía, aunque logró salir del Capítulo 11 en marzo tras una reorganización que redujo su deuda en aproximadamente 800 millones de dólares, enfrenta nuevos retos financieros. Entre marzo y junio, registró pérdidas netas por cerca de 246 millones de dólares, a pesar de los esfuerzos previos por estabilizar su situación económica .
Spirit atribuyó su delicada situación a las persistentes presiones del mercado, incluida una demanda débil en los viajes de ocio doméstico. Además, manifestó “dudas sustanciales” sobre su capacidad para operar de manera sostenible durante el próximo año .
Como parte del nuevo plan de reestructuración, la aerolínea anunció que reducirá su personal: 270 pilotos serán suspendidos, y 140 capitanes pasarán a ser primeros oficiales. También analiza la venta de activos como aeronaves e inmuebles para generar liquidez
 
				 
					 
	 
	 
	 
	 
	



