
La renovación de esta infraestructura, ejecutada por el IBAL en el primer año de gobierno de la alcaldesa Johana Aranda, permitió optimizar los procesos de captación y tratamiento, fortaleciendo la capacidad operativa incluso frente a las condiciones climáticas adversas.
“Por el hecho de tener ahora un agua constante, el ciudadano se acostumbra a no cerrar la llave”, destacó Mery Poveda, líder del barrio Montecarlo 1, quien recordó que hace algunos años los cortes de agua eran frecuentes y obligaban a los vecinos a salir a protestar por un servicio inestable.
Hoy, la planta Chembe capta 70 litros por segundo y maneja un tratamiento de 10.000 unidades de turbiedad, lo que representa un aumento significativo frente a las 50 unidades anteriores, garantizando calidad, eficiencia y continuidad en el servicio.
“La planta con las mejoras representa bienestar y calidad de vida para los habitantes de la comuna Siete; es un progreso que terminó con el problema de la intermitencia”, aseguró Jacinto Rique Cárdenas, operario de la PTAP Chembe.
Con esta modernización, el IBAL consolida su compromiso con un servicio sostenible, eficiente y de calidad, fortaleciendo el bienestar de las familias ibaguereñas y la confianza en la gestión pública.
 
				 
					 
	 
	 
	 
	 
	



